REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA
EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE
BARQUISIMETO
LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN COMERCIAL
LA ÉTICA EN LA
SOCIEDAD MODERNA
TALLER # 5
Profesor asesor:
Jorge José
Pérez Valera
jorgeupelipb44@hotmail.com
Curso: Ética y Docencia
Estudiantes:
Marcia Wilmary Arroyo Arrieche
C.I.: 16.385.398
marcia_wilmary@hotmail.com
Luis Ángel Araujo
C.I.: 17.782.040
Luisangelaraujo@hotmail.com
Barquisimeto,
agosto de 2012
PRESENTACIÓN
En el presente trabajo se dará continuidad al concepto de la
ética según diferentes autores como Hume, Kant, Max Scheler, Saint Simón, Marx,
entre otros; de la época moderna. Creando teorías en distintas perspectivas, que rompen con lo establecido
por Aristóteles dando paso a visiones como la conciencia, los sentimientos, los
valores y movimientos que para el momento eran criticados abriendo paso al
socialismo utópico, anarquista y el cambio objetivo desarrollado por las
fuerzas productivas, el marxismo.
De tal manera, al conocer un poco
más de la evolución histórica de la ética hasta el momento se diferencia
notablemente su aplicación, logrando reflexionar sobre el pensamiento del
hombre y las medidas o pautas que determinan su ejecución.
Es por ello, que el tema será
desarrollado en un resumen de los artículos de Adela Cortina, Emilio
Martínez y Augusto Sención entorno al problema ético, críticas a los
planteamientos vertidos, relación con la cotidianidad en la sociedad Venezolana y por ultimo la
formulación de dos preguntas con sus respectivas respuestas permitiendo repasar el contenido desarrollado.
1- Resuma de modo
breve, el articulo de Adela Cortina y Emilio Martínez Navarro entorno al
problema (ético) de las Filosofías en la Modernidad junto al artículo de
Augusto Sención.
A partir de los siglos XVI y
XVII la filosofía empezó su andadura,
renunciando al antiguo punto de partida en la pregunta por el ser de las cosas,
para arrancar ahora por los contenidos de la conciencia humana abriendo paso
con creciente éxito dando lugar a grandes figuras de la historia de la
filosofía.
Hume trato de refutar el
pensamiento racionalista, al que acusaba de dogmático por mantener una
concepción de la razón excesivamente idealizada y una culpable ignorancia a
todo lo relacionado con las pasiones humanas. Debido a que el considera la
razón o entendimiento como una facultad exclusivamente cognoscitiva, cuyo
ámbito de aplicación termina donde deja de plantearse la cuestión de la verdad
o falsedad de los juicios.
Sin embargo, el ámbito de la
moralidad es a su juicio, un ámbito ajeno a la experiencia sensible. Esta nos
muestra “hechos”, pero la moralidad no es cuestión de hechos, sino de
sentimientos subjetivos de agrado o desagrado que aparecen en nosotros al
tiempo que experimentamos los hechos objetivos.
En consecuencia, el papel de la
razón en el terreno moral concierne únicamente al conocimiento de lo dado y a
la posibilidad de juzgar la adecuación de los medios con vista a conseguir
algún fin, es decir, nuestras acciones se producen en virtud de las pasiones,
que surgen en nosotros de modo inexplicable, y están orientadas a la
consecución de fines no propuestos por la razón, sino por el sentimiento.
Por otra parte, Kant tuvo siempre
el objetivo de estudiar por separado dos ámbitos que ya había distinguido
Aristóteles siglos atrás: el ámbito teórico y el práctico. En el ámbito práctico,
el punto de partida para la reflexión es un
hecho de razón: todos los humanos somos conscientes del deber de
cumplir algún conjunto de reglas, por
más que no siempre nos acompañen las ganas de cumplirlas.
El punto de partida de la Ética
según Kant, no es el bien que apetecemos como criaturas naturales, sino el
deber que reconocemos interiormente como criaturas racionales.
Igualmente, advierte que los imperativos morales (conductas que la razón
considera propias o impropias de seres humanos) se hallan presentes en la vida
cotidiana, no son un invento de los filósofos. La misión de la ética es descubrir los rasgos
formales que dichos imperativos han de poseer para que percibamos en ellos la forma de la razón y que, por tanto,
son normas morales.
Kant, propone un
procedimiento para saber si una máxima (pensamientos que guían nuestra
conducta) puede considerarse “ley moral”,
habremos de preguntarnos si reúne los siguientes rasgos, propios de la
razón:
a) Universalidad,
será ley moral aquella que comprende todos deberíamos cumplir.
b) Referirse
a seres que son fines en si mismos, son
los seres racionales.
c) Valer
como norma para una legislación universal,
vigente como ley en un reino futuro en que todos los seres racionales llegaran
realmente a tratarse entre si como fines y nunca solo como medios.
Al obedecer tales mandatos, nos estamos obedeciendo nosotros mismos,
puesto que no se trata de mandatos
impuestos desde fuera, sino reconocidos en conciencia por uno mismo.
Esta libertad como autonomía, esta capacidad de que cada quien pueda llegar a
conducirse por las normas que su propia conciencia reconoce como universales,
es la razón por la cual reconocemos a los seres humano un valor absoluto que no
reconocemos a las demás cosas que hay en el mundo, y por eso las personas no
tienen precio, sino dignidad.
El bien moral, por tanto, no reside a juicio de Kant en la felicidad,
como habían afirmado la mayoría de las éticas tradicionales, sino en conducirse
con autonomía, en construir correctamente la propia vida.
Pero a principios del siglo XX se destaca la ética material de los
valores iniciada por Max Scheler afirmando que además de la razón y la
sensibilidad, el espíritu humano esta dotado de una “intuición emocional”, que
realiza actos que no son dependientes del pensamiento puro racional ni de la
sensibilidad subjetiva, pero que alcanza el estatuto del conocimiento a priori.
Los valores son
cualidades dotadas de contenido, independientes tanto de nuestros estados de
ánimo subjetivos como de las cosas; estas son denominadas “bienes” precisamente
por ser portadoras de tales cualidades, las cuales precisan de un sujeto dotado
de intuición emocional que las capte; no es, pues, el sujeto el que crea el
valor presente en un objeto, ni el valor depende del objeto que lo sustenta.
En la teoría
scheleriana se afirma una ciencia pura de los valores, una axiología pura, que
se sustenta en tres principios:
1) Todos
los valores son negativos o positivos.
2) Valor
y deber están relacionados, pues la captación de un valor no realizado se
acompaña del deber realizado.
3) Nuestra
preferencia por un valor antes que por otro se debe a que los valore son captados
por nuestra intuición emocional ya jerarquizado.
La voluntad de realizar
un valor moral superior en vez de uno inferior constituye el bien moral, y su
contrario es el mal. No existen, por tanto, valores específicamente morales.
Posteriormente, el utilitarismo
adopta un carácter social; puede considerarse hedonista porque afirma que lo
que mueve a los hombres a obrar es la búsqueda del placer, pero considera que
todos tenemos unos sentimientos sociales, entre los que destaca el de la
simpatía, que nos llevan a caer en la cuenta de que los demás también desean
alcanzar el mencionado placer. El fin de la moral es, por tanto, alcanzar la
máxima felicidad, es decir, el mayor placer para el mayor número de seres
vivos.
Clásicos del
utilitarismo fundamentalmente se encuentran:
Jeremy Bentham (1.748-1.832), expuso una “aritmética
de los placeres”, que se apoya en dos principios:1) el placer puede ser medido,
porque todos los placeres son cualitativamente iguales. 2) distintas personas
pueden comparar sus placeres entre si para lograr un máximo total de placer.
Frente a él, John S. Mill (1.806-1.876), rechaza estos principios y
sostiene que los placeres no se diferencian cuantitativa sino
cualitativamente, de manera que hay placeres inferiores y superiores. La forma
en que Mill concibe el utilitarismo ha sido clasificada de “idealista”, puesto
que sobrevalora los sentimientos sociales como fuente de placer.
Finalmente, se abre paso a la teoría del “socialismo” que nace
propiamente en el siglo XIX, al tiempo que se desarrollaba la lucha del
movimiento obrero por salir de la miseria. Los fundadores del llamado
socialismo utópico (Saint simón, Owen,
y Fourier, entre otros) denuncian la penosa experiencia de abuso a la que se ve
sometida la clase obrera en los países en los que se llevo a cabo la revolución
industrial.
Estos autores apelan a la conciencia moral de todas las personas
implicadas y proponen reformas profundas en cuanto a la manera de organizar la
economía, la política y la educación. Insisten en la necesidad de abolir, o al
menos restringir radicalmente, la propiedad privada de los medios de
producción.
Sin embargo, no creen que una rebelión violenta de los trabajadores sea
el camino para alcanzar esa nueva sociedad, sino que apelan al diálogo, al
testimonio moral dado por experiencias de comunidades justas y sobre todo a la
educación cuidadosa que inculcase a las nuevas generaciones las virtudes
necesarias para la solidaridad y la armonía social.
En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX se sitúan los
clásicos del socialismo libertario o anarquismo
(Proudhon, Bakunin, Kropotkin, Malatesta, Abad de Santillán, etc.). Para
ellos la reflexión ética es, ante todo, una propuesta de realización de la
justicia; afirman que la sociedad justa ha de desterrar para siempre todo tipo
de opresión y de explotación. Identifican la justicia como un modelo de
sociedad solidario, autogestionario y federalista, que solo podrá hacerse
realidad mediante la lucha organizada de los trabajadores llevada a cabo por
los propios trabajadores.
Igualmente, Marx no intento hacer una ética y, sin embargo, el mejor
legado de la filosofía marxista tal vez consista precisamente en constituir una
provocación moral en pro de la justicia y de la construcción utópica en la que
todos los seres humanos lleguen a sentirse libres de dominación.
Un cambio objetivo, el desarrollo
de las fuerzas productivas y el nacimiento de la división del trabajo abre el
valor y significado del hombre como individuo: el hombre ya no necesita del
grupo para sobrevivir físicamente (al menos, no tanto como antes) y, por tanto,
aparece la posibilidad de un cierto grado de independencia individual. Este
cambio en el lugar objetivo del individuo produce, a la vez, un cambio
subjetivo, un cambio de su conciencia.
Esta nueva situación comporta una nueva sociedad social: conciliar la
conducta del individuo con los intereses del todo social, como necesidad de
superar la contradicción entre los intereses del individuo y del todo.
El capitalismo y la
naturaleza
“Augusto Sención”
Repasar nociones
básicas sobre el capitalismo es útil para comprender que el socialismo es un
imperativo para la supervivencia de la especie humana y del planeta
Los dueños de las
empresas pertenecen a una clase social llamada burguesía y quienes realizan el
trabajo pertenecen a la clase proletaria. A todos los medios que sirven para
producir (incluido el dinero) y a la mano de obra contratada por los burgueses se
le llama capital. De ahí viene la palabra capitalismo.
Cuando la gente produce
bienes en una empresa, estos les pertenecen a los dueños, quienes utilizan el
dinero de la venta para cubrir los costos de producción (materias primas,
bienes auxiliares, desgaste de las maquinas y salarios) y quedarse con una
ganancia llamada plusvalía (explotación). Por lo tanto, toda persona que trabaja
para un burgués es explotado, porque le genera ganancia o plusvalía.
Con las ganancias que
obtienen en sus empresas, compran más maquinaria, materias primas y otros
medios que sirven para producir, a fin de elevar la producción, ganar mas,
modernizar y ampliar sus negocios. La reinversión de la ganancia de llama
acumulación de capital.
El capitalismo se
caracteriza por un productivismo continuo, no importa si el mismo desequilibra
la biodiversidad del planeta y arrasa los ecosistemas. Mientras la naturaleza
funciona en ciclos largos que regeneran la vida y conservan la energía, el
capital opera con ciclos cortos que elevan la ganancia, dilapidan la energía y
obstruyen la capacidad de la naturaleza para regenerarse.
Pero como el
capitalismo no puede cambiar su lógica fundamental de ganancia y acumulación,
si se prolonga demasiado matará a la humanidad y se liquidará así mismo. Por lo
tanto, la vida humana solo será sostenible si surge una sociedad socialista a
escala planetaria, una sociedad basada en la cooperación reciproca y la protección
de la naturaleza.
2-
Elabore y explique tres críticas a los planteamientos vertidos en los artículos
revisados.
1) Según Hume, el hombre no se rige por la razón
sino por los sentimientos. La bondad o maldad de tales acciones dependen del
agrado o desagrado por el cual vivamos. Pero es posible que dependamos de
impulsos emocionales a cualquier circunstancia sin embargo, existen momentos en
los que es necesario reflexionar, analizar para tomar la mejor decisión a la
hora de actuar; recordemos que somos seres pensantes capaces de razonar.
2) De
igual manera, el utilitarismo constituye una forma renovada del hedonismo
clásico, doctrina que hace del placer un principio o el objeto de la vida. A
pesar, del estudio realizado y los planteamientos para alcanzar la máxima felicidad,
no es conveniente dejarse guiar por
sentimientos como el placer y la
simpatía para actuar en la vida. Es necesario establecer principios, normas que
permitan asegurar el bienestar en conjunto de una sociedad.
3) Gracias
a la revolución industrial, se promueve un mayor despertar en la sociedad
específicamente en la clase obrera permitiendo abrir paso hacia una visión de
cambio donde exista justicia social, igualdad y se valore la capacidad de trabajo.
Esta forma de cambio será la punta de
lanza para una gran lucha que hasta el momento se vive en todo el mundo.
Lamentablemente, personas, organizaciones, comunidades sin conciencia, indiferentes al daño que
causan a sus semejantes y peor aun al medio ambiente en el cual se desarrollan
y crean sus propias riquezas, provocan día tras día la destrucción para todos
los que habitan la tierra.
3 -Relacione de ser posible, con la cotidianidad, en la sociedad
Venezolana, los planteamientos de los autores citados.
Actualmente, el país se
encuentra dirigido por un gobierno socialista que busca asegurar de manera
equitativa las necesidades que requieren los venezolanos. Pero es difícil,
cambiar de un momento a otro, la conciencia de todos los miembros de una
sociedad cuando se ha venido siguiendo durante años los pasos de sectores que
buscan su propio beneficio, explotando los recursos naturales que pertenecen al
pueblo y que habían sido privatizados.
Sin embargo,
los lineamientos que plantea el Estado en su mayoría no son ejecutados de forma
correcta, existe deficiencia por parte de los líderes que encabezan dicha
actuación. Pero no se debe dejar la responsabilidad total a cierto numero de
personas es momento de actuar, de tomar decisiones, ser participe en el desarrollo
de la nación garantizando la seguridad y
bienestar propio y colectivo.
Lamentablemente, estos cambios han provocado
distanciar a la sociedad dividiéndola en
dos sectores que no comparten el mismo pensamiento. El discurso impartido por
el presidente de la República ha servido de guía a tomar conciencia de lo
nuestro, (la identidad, economía, educación, salud, alimentación, entre
otras.), pero por otra parte, dejando a un lado al que no comparte los ideales
socialistas.
El llamado es a la paz, unión, hermandad porque
todos compartimos este territorio y solo con el trabajo en conjunto, sin
distinción alguna aseguraremos el crecimiento constante del país y de cada uno
de sus miembros.
4- Formule (2) preguntas entorno al
tema de modo contextual, de alto nivel cognitivo, y respóndala.
a) ¿Creé
usted que el hombre debe guiarse por sus sentimientos a la hora tomar
decisiones, dejando la razón a un lado? Explique su respuesta.
El ser humano es
muy complejo, sin duda alguna siempre estarán presente sentimientos, emociones
e impulsos a la hora de tomar una decisión en un momento dado. Pero, es
importante ser objetivo, crítico pues abran situaciones que ameriten de una
actitud madura capaz de asegurar el bien sin perjudicar al otro por encima de
nuestros intereses.
b) Según
el artículo de Augusto Sención ¿Qué opinión establece entre la producción
capitalista y el medio ambiente? Justifique su respuesta
Indiscutiblemente, el daño que viene causando años
tras años grandes empresas,
corporaciones, organizaciones al planeta
es muy significante. No solo la
explotación a la mano obrera, en la obtención de mayores ganancias en sus
negocios, sino al medio ambiente que es donde también pertenecen.
La esencia del capitalismo es la de producir rápido
y simultáneamente, garantizando el mayor provecho de sus recursos y evitando a
toda costa perdidas, sin importar la destrucción de la biodiversidad (agua
potable, tierras cultivables y alimentos), disminuyendo la capacidad sustentadora
y renegadora de la vida. Por tal motivo, cada Estado debe velar por el cuidado
del ecosistema creando y poniendo en práctica leyes que aseguren la permanencia
de una naturaleza óptima para la vida de todos los seres vivos.
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